Proyecto de reforma e interiorismo de una casa construida en los años 60’s. Los elementos clave a conservar son el pequeño jardín interior, la escalera principal y el jardín posterior.
En la planta baja, el proyecto elimina las zonas de servicio ubicadas en la parte posterior de la casa para ampliar el jardín. La sala auxiliar, el comedor y la cocina están ubicados en relación directa con el jardín posterior pero en la actualidad tienen unas ventanas pequeñas y un paso restringido a éste. Por esto se plantea abrir estos espacios al jardín generando una comunicación directa, tanto visual como física. En la zona del comedor y la sala anexa se retraen los cerramientos con el fin de disponer una zona intermedia de porche cubierto.
La cocina está planteada desde el punto de vista de la funcionalidad. Aunque de concepto abierto, dispone de puertas correderas de cristal que permitan cerrarla sin que pierda relación visual con el resto de la casa. En la parte posterior, se localiza la nueva zona de lavandería y el acceso desde el garaje en el semisótano.
El jardín posterior se plantea como un «oasis», un lugar de descanso al aire libre. La zona de salón-comedor abierto se dispone en la parte posterior del jardín: desde la casa es el punto focal y libera un espacio de vegetación y agua.
En la segunda planta se ubican dos zonas independientes: descanso (habitación principal, baño y vestidor) y despacho para el nuevo propietario; la otra, un pequeño apartamento para alojar invitados.